Monitor HP EliteDisplay E273m | 27" | 1920 x 1080 | Full HD | LED | HDMI | Negro, Plata
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Ajustar los colores de la pantalla puede marcar la diferencia en nitidez, precisión y comodidad de visualización. Aquí te contamos cuáles son esos elementos que debes tener en cuenta a la hora de calibrar el color de tu monitor, como el brillo o el contraste, entre otros.
Configurar nuestro monitor para poder disfrutar al máximo de su imagen es algo muy importante para una experiencia mejorada al momento de sumergirnos en el mundo de la tecnología, y hay unos elementos básicos que al combinarlos de la forma correcta nos darán la imagen que estamos buscando.
¡Conoce los ajustes adecuados para tu pantalla y disfruta de imágenes más nítidas!
El brillo se refiere a la cantidad de luz emitida por el monitor. Debemos ajustar el brillo de manera apropiada porque un brillo demasiado alto puede resultar en colores muy suaves y detalles perdidos, mientras que un brillo demasiado bajo puede hacer que la imagen se vea oscura y poco definida. Por esto tendrás que encontrar un equilibrio para que los colores se muestren vibrantes y los detalles sean visibles sin causar fatiga visual.
Este elemento diferencia los tonos claros y oscuros en la pantalla. Ajustar el contraste correctamente ayuda a resaltar los detalles y mejorar la legibilidad de los elementos en la imagen. Un contraste inadecuado puede hacer que los colores parezcan apagados y reducir la calidad general de la imagen. Al aumentar el contraste, los colores se vuelven distintos y los objetos en la pantalla adquieren mayor definición.
Existen ajustes más avanzados que te pueden ayudar a que las imágenes en tu monitor se vean mucho mejor. ¡Descúbrelos!
Es un ajuste que afecta la relación entre los valores de entrada y salida de los colores en la pantalla. Un valor de gamma inadecuado puede hacer que la imagen se vea demasiado oscura o clara, afectando la representación precisa de los colores.
Al calibrar el monitor, utilizando la corrección gamma, se busca lograr un equilibrio para que los tonos oscuros y claros se muestren correctamente, lo que resulta en una imagen con una gama tonal adecuada.
Se refiere a la intensidad de los colores neutros, especialmente el blanco, en la pantalla. Ajustar la saturación de blancos puede ayudar a mantener un balance adecuado en la representación de colores, evitando que aparezcan tonos amarillentos o azulados no deseados. Un ajuste preciso de la saturación de blancos contribuye a obtener una imagen equilibrada y realista.
Ahora que ya conoces a fondo cada uno de los elementos básicos para la calibración de tus imágenes, puedes ponerlo en práctica y configurar tu monitor para mejorar la claridad, precisión visual, potenciar la productividad y tener una experiencia superior a la hora de usar tu ordenador.
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